Recopilaciones de fotos del año las hay de todas las clases. Lo que publicamos aquí es sólo un repaso a cuatro fotografías que nos interesaron a cuatro personas. En ningún caso pretendemos pensar que han sido las mejores del año, del mes, de la semana o del día. Si os apetece contarnos algunas que a vosotros también os hayan cautivado nos encantaría conocerlas. Podéis compartirlas en los comentarios.
El cometa Churyumov-Gerasimenko captado por la sonda Rosetta el 4 de noviembre
Fotografía: ESA
Marian Venceslá. La Agencia Espacial Europea, mediante su sonda espacial Rosseta, llevaba persiguiendo al cometa 67/P desde el 2004 hasta que en el 2011, los rayos de luz solar llegaban con tan poca intensidad que no generaban suficiente energía para alimentar a la sonda espacial, por lo que ésta entró en lo que los ingenieros que la diseñaron llamaron fase de hibernación. Rosetta estuvo durmiendo dos años y medio en el frío espacio sideral. Despertó en enero de 2014, tal y como estaba programada, y fue en agosto cuando consiguió enganchar la estela de 67P/Churyumov-Gerasimenko, circulando ahora ambos más cerca del sol. Desde entonces ha estado mandando fotografías del cometa mientras se acercaba a él cautelosamente, revelando la belleza de un paisaje inerte, desierto y misterioso. 67P/Churiumov-Guerasimenko es un cometa periódico impulsado por el planeta Júpiter que se encuentra atrapado en las proximidades del Sol.
Osiris es una de las cámaras que realiza las fotografías a bordo de Rosetta. Generalmente hace cuatro tomas diferentes con un lapso de tiempo entre toma de unos 15 minutos para después componerlas en un mosaico. La iluminación dramática, la puesta en perspectiva de las dimensiones, el fondo negro y vacío sobre el que se recorta, la infinidad de tonalidades de gris (en una fotografía en color reciente del 12 de diciembre se observa como no hay diferencia con las anteriores tomas en monocromo) recrean paisajes espectaculares y alienígenas, propios de historias de ciencia ficción sacadas de los libros de Ray Bradbury o Isaac Asimov.
Rosetta tiene un blog en el que actualiza a diario contenidos de relevancia científica acerca de su misión espacial y una buena parte de esos contenidos son imágenes dealta resolución de la superficie de 67/P. Estas imágenes no tienen un propósito artístico ni estético. La objetividad y la recaudación de datos científicos son el móvil principal de la misión. Sin embargo, ¿no es la ciencia una interminable fuente de inspiración para la ficción?
Refugiados en Rostov
Fotografía: Andrey Kronberg
Francisco Gálvez. No nos engañemos. Cada vez se plantea como un ejercicio más duro la selección de una imagen dentro de ese inmenso caos icónico al que nos exponemos a diario, abordar la tarea de eso que, periodísticamente podemos denominar ‘la foto del año’. Esta no es más que una elección caprichosa que servirá de aderezo visual al discurso que queramos avalar.
De esta manera, la imagen elegida pertenece al ingente magma visual contemporáneo, ese flujo que todos intentamos explicar mientras tratamos a su vez de resistir a su asedio imparable. Es tan sólo una muestra, una extracción, un análisis de superficie.
No entraremos a teorizar sobre la fotografía de guerra. Apuntemos al menos que una imagen de guerra contiene en si misma a todas las demás. Un conflicto se reproduce en el siguiente y en el que le precede. Esta es su genética icónica.
El conflicto armado que tiene lugar en Donetsk me recuerda a la última guerra que tuvo lugar en Europa, aquella que casi nadie hizo nada por detener y de la que pronto se cumplirán veinticinco años, la guerra de Bosnia, la de los Balcanes, la que trajo a cientos de personas a nuestro país, niños entonces y hoy amigos que se fueron y que hace ya años que no vemos. Ahora tampoco hay nadie que haga mucho por detener esta lucha, y asistimos pasivos a una verdadera guerra civil alimentada por pasiones y odios pretéritos pero muy reales.
Las personas de la fotografía son refugiados ucranianos en el campo de Rostov, que por temor a las represalias de sus conciudadanos, a consecuencia de su origen, se vieron obligados a cruzar la frontera huyendo de la violencia nacionalista.
Campo de golf junto a la valla de Melilla
En Melilla esta mañana: Marca España. pic.twitter.com/faErGU5BmJ
— asoc.PRODEIN melilla (@PRODEINORG) octubre 22, 2014
Ignacio García Crespo. Me atrevo a perturbar la fuerza de esta imagen añadiendo un comentario que no necesita.
1. Tras el impacto que causó la difusión de esta imagen se publicaron en distintos medios varias declaraciones de usuarios del centro deportivo que justificaban la escena por la costumbre y la necesidad de llevar una vida “normal”. Los responsables políticos de la ciudad acusaron a su autor, José Palazón, de hacer demagogia. El diccionario de la Real Academia define este término como: “Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.” Es decir, la demagogia es un atributo político.
2. Un típico argumento demagógico del que abusan ampliamente los políticos, es recurrir a la comparación con el nazismo. Por ejemplo, sería demagógico compar ahora la actitud indiferente y despreocupada de los jugadores de golf de Melilla y los políticos que la sostienen, con la actitud de la burguesía alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Es muy conocida la anécdota, relatada entre otros por George Stainer para poner de manifiesto como la alta cultura no libra al hombre del horror, según la cual, al tiempo que se celebraba en Munich un ciclo de conciertos para piano sobre Liszt, paraban en la ciudad los trenes que transportaban los deportados judíos conducidos hacia los campos de exterminio del este. La estación y el teatro donde tenía lugar el recital estaban muy cerca y durante los conciertos pudieron escucharse con nitidez en la concurrida sala los lamentos de la multitud de judíos hacinados, hambrientos y sedientos, que pedían auxilio. Nadie se levantó de su asiento y, al parecer, el pianista hizo una de las mejores interpretaciones de su carrera.
Deshaucio de Carmen Martínez Ayuso
Carmen tiene 85 años y vive con una pensión de 630€ al mes. Hoy ha sido desahuciada en Madrid http://t.co/qGorcLManX pic.twitter.com/PjzqDUpi1I — EL PAIS (@el_pais) noviembre 21, 2014
Ramón Peco. Esta foto me la imagino contado por la poderosa voz de José Hierro. Será porque en estos tiempos de risas y lagrimas enlatadas el llanto de esta mujer, reflejado por el fotógrafo Andrés Kudacki, parece propio de un mundo anterior. En el que no había problema por demostrar con unas lágrimas que nuestros problemas no son necesariamente del primer mundo. La desolación de esta señora expulsada de la casa en la que ha vivido durante décadas prueba que estamos rodeados de mujeres y hombres huecos, gente cuyo lenguaje está marcado por la anomia.
Por eso este retrato de una mujer, víctima de un sistema que desprecia la dignidad de las personas, puede ayudar a despertanos. Aunque sea durante un rato. Resultó esperanzador que ese 21 de noviembre algo se parara. Pues, de repente, el flujo de esos miles de imágenes que circulan por internet quedó eclipsado por esta fotografía. Una imagen de fotoperiodismo puro, nada original y tremendamente necesaria.
Para captar algo así hay que vivir sin ensimismamiento y con interés por ver un poco más lejos de lo que nos muestran las pantallas. A propósito, para los que queráis descubrir cómo fue hecha la foto podéis leer el artículo que publicaron en Verne.
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